Pablo Pellicer García | Fundació ENT

Finaliza este mes de noviembre de 2021 con el regusto amargo de una COP26 cuyos acuerdos se sitúan lejos de las recomendaciones científicas, dejando cada vez más difícil no sobrepasar el límite de +1,5ºC para final de siglo. De trasfondo, en el Estado español, veíamos como, en octubre, ALIENTE convocaba una manifestación multitudinaria bajo el lema “Renovables sí, pero no así”[1]. De nuevo, la “Iberia vaciada”[2] se hacía oír ante otra oleada especulativa en el territorio; esta vez, relacionada con los no tan verdes macroproyectos eólicos y fotovoltaicos.

Vivimos un auténtico boom de las energías renovables en los territorios rurales, donde la energía que realmente necesitamos importa poco ante una perspectiva de lucro privado que atrae a fondos de inversión de todo el planeta[3]. En respuesta, las demandas de ALIENTE son claras: una mejor planificación territorial, que tenga en cuenta a la biodiversidad y potencie el autoconsumo y las comunidades energéticas[4].

Sin embargo, para repensar el modelo energético también es necesario debatir sobre nuestras interacciones socioeconómicas. Así, Ecologistas en Acción[5] alerta de incrementos del 21% en las emisiones de gases de efecto invernadero para la próxima década, en el caso de seguir con el mismo modelo laboral y productivo. Éste es lineal y entrópico[6], con una alta demanda energética (transporte de materiales y de personas, energía para la producción, etc.) y queda manifiestamente obsoleto frente a los retos socioambientales que debemos afrontar. Así pues, reducir el consumo energético en el trabajo es fundamental.

Para ello, Greenpeace señala el teletrabajo como un nuevo paradigma bajo el que ahorrar las emisiones derivadas del transporte. Pese a sus beneficios ambientales, esta opción no es extensible a la mayoría de los empleos en el Estado español[7]. En este contexto, toma fuerza el debate sobre la jornada laboral.

En la actualidad, contamos con una jornada diaria de 8 horas que se legisló por primera vez en el ámbito estatal en 1919[8]. Aunque la jornada anual en los Estados del Norte Global se ha reducido entorno un 20% en el periodo 1930-2012, la productividad de estas economías (medidas por el PIB) se ha multiplicado por 4 o 5[9]. En otras palabras, existe un desacoplamiento entre productividad y reducción de la jornada laboral. Es más, actualmente se observa una nada despreciable tendencia a alargar las horas de trabajo por encima de la jornada legal[10].

Así, bajo el lema “Trabajar menos para vivir mejor”[11], Ecologistas en Acción incide en la necesidad de debatir sobre nuestra jornada laboral, donde una reducción del 25% de ésta podría reducir la huella ecológica en un 30%, la huella de carbono un 36,6% y las emisiones de GEI en un 10,5%. Y es que la reducción de la jornada laboral podría ser un primer paso, fundamental, para incentivar el empleo (trabajar menos para trabajar todas) y para rediseñar el modelo productivo que tenemos.

Un rediseño de la estructura productivo-laboral que podría otorgar un mayor peso a las economías locales y a la producción sostenible de alimentos; es decir, una alternativa revitalizadora para esos territorios de la “Iberia vaciada” en los que actualmente se proyectan kilómetros de monocultivos energéticos. Asimismo, disponer de más tiempo para vivir permite plantear escenarios en los que los trabajos de cuidados, mayoritariamente no remunerados y asumidos por mujeres, se visibilicen y se repartan de manera equitativa entre las personas. En definitiva, una economía que ponga a las personas y al medio en el centro. Quizá, así, “las de la triple jornada”[12] puedan tener, por fin, un respiro.

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[1] https://aliente.org/manifestacion-16oct

[2] https://ethic.es/2021/09/iberia-vaciada/

[3] https://www.elsaltodiario.com/energias-renovables/central-electrica-eolica-fotovoltaica-llamada-espana-vaciada-macroproyectos

[4] https://aliente.org/manifiesto

[5] https://www.ecologistasenaccion.org/wp-content/uploads/2019/12/informe-escenarios-de-trabajo-WEB.pdf

[6] https://www.carrodecombate.com/2021/04/15/joan-martinez-alier-la-economia-industrial-es-entropica-no-es-circular-y-es-cada-vez-mas-entropica/

[7] https://es.greenpeace.org/es/wp-content/uploads/sites/3/2021/03/informe-teletrabajo-GP-2.pdf

[8] https://www.eldiario.es/catalunya/huelga-canadiense-consiguio-jornada-laboral_1_1723723.html

[10] https://www.publico.es/economia/horas-extra-no-pagadas-espana.html

[11] https://www.ecologistasenaccion.org/168274/trabajar-menos-para-trabajar-todas-y-decrecer-mejor/

[12] https://ent.cat/i-les-de-la-triple-jornada-que/

Foto: Manifestación de ALIENTE el 16 de octubre de 2021, Madrid. Autor: Pablo Pellicer García