El Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat) ofrece, por primera vez, la Cuenta de flujos de materiales (CFM) con el objetivo de describir las interacciones entre la economía y el medio ambiente. Todo el proceso estadístico y metodológico ha contado con el apoyo técnico de ENT.

Esta estadística da información sobre la sostenibilidad del modelo económico catalán y determina la intensidad del consumo de materiales procedentes del medio natural o de otras economías en los procesos productivos. El cálculo se ha elaborado adaptando al ámbito de Cataluña la metodología armonizada, definida por la oficina estadística de la Unión Europea (Eurostat).

El análisis de los flujos de materiales que circulan a través de un sistema económico permite medir la dimensión física del uso de recursos por parte de una sociedad y buscar conclusiones en relación con su impacto medioambiental. Esta metodología produce indicadores que facilitan una visión general de la dimensión física de la economía y su evolución, a partir de la contabilidad de los materiales que entran y salen del sistema económico.

De acuerdo con las cuentas elaboradas, la economía catalana ha consumido 49,1 millones de toneladas de materiales en 2015. Las materias primas extraídas de los ecosistemas catalanes (extracción doméstica) equivalen al 71% del consumo de materiales en Cataluña, mientras que el balance comercial con el extranjero y con el resto del Estado representa el 29%. En España y en Europa, los porcentajes de extracción doméstica son superiores (80% y 85% respectivamente, en 2015), lo que indica que la economía catalana depende más de las importaciones.

La relación entre la población y el total de materiales utilizados para la economía catalana (consumo doméstico de materiales por habitante) sitúa Cataluña en 6,6 toneladas por habitante en 2015, cifra inferior a la de España (8,8 toneladas por habitante) y en la de la UE-28 (13,2 toneladas por habitante).

 

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