Juanjo Iraegui (ENT)

Siguiendo el hilo que ya introdujimos en la editorial de octubre, nos centramos ahora sobre el sector eléctrico. La crisis económica ha incidido negativamente sobre el modelo energético, y en el caso del sistema eléctrico, la situación ha alcanzado niveles que ponen en cuestión su sostenibilidad económica.

Resumidamente: unas inversiones multimillonarias seguidas de una bajada del consumo nos llevan a un desajuste entre ingresos y gastos (déficit de tarifa). Desgraciadamente, este ajuste se está haciendo de forma traumática. Por un lado, el incremento del precio de la electricidad incide sobre una población en situación de pobreza que aumenta progresivamente. Por otra parte, los ajustes sobre la retribución de las energías renovables, que han tenido carácter retroactivo y todavía no han terminado, han perjudicado a numerosos pequeños inversores y han generado una inseguridad jurídica, que dificultará continuar con la tendencia que se había alcanzado en en los últimos años.
Vemos algo de números para hacernos una idea de la dimensión del problema.

En el período 2000-2013, se estima que las inversiones realizadas en el sistema de generación de energía eléctrica han sido de 60.000 millones de euros, destinados principalmente a la eólica, la fotovoltaica, la solar térmica y el ciclo combinado.

Se observa que la producción de energía eléctrica ha seguido un crecimiento persistente desde 1990 hasta 2008, del 109%. Mientras en 2008 se inicia un cambio de tendencia, no previsto en la planificación, que conlleva una reducción del 7% hasta 2013.

El déficit generado desde el año 2000 hasta el 31 de agosto de 2013 es de alrededor de 40.000 millones de euros. Con fecha 31 de agosto de 2012, el déficit pendiente es de unos 30.400 millones de euros.

Según los datos facilitados por EUROSTAT el precio que los consumidores domésticos deben pagar por la electricidad sin incluir impuestos ha subido un 105,6% durante el período 2004-2013.

Son cifras que demuestran la existencia de graves problemas. En un próximo editorial analizaremos con mayor detalle alguno de estos aspectos.