Para Wanamama la primera semana de enero fue un mal inicio de año. Como técnico del gobierno de Uganda le correspondía realizar el catastro de las tierras de una pequeña comunidad de la región de Teso (Uganda) llamada Kamuda. Su trabajo era parte del nuevo plan de gestión de tierras del gobierno para asignar derechos de propiedad sobre las tierras a sus propietarios. Su sorpresa fue mayúscula cuando le recibieron en la comunidad armados con «pangas» (machetes) y le invitaron a volver a casa sin realizar su trabajo. Para Wanamama fue tan solo un susto, para nosotros debería ser un elemento de reflexión.

autoría

Miquel Ortega

fecha

2008

publicación

Ecología Política

referencia bibliográfica

Ortega, M., Tarafa, G. (2008) El crecimiento que no todo el mundo quiere. Ecología Política, 35: 111-114.