El 19 de noviembre de 2018 tuvieron lugar en Bruselas las negociaciones para fijar los límites de pesca, también conocidos como Totales Admisibles de Capturas (TAC) de las especies de profundidad para los próximos dos años. Se trataba de la última oportunidad para alcanzar el compromiso adquirido en 2013 durante la reforma de la Política Pesquera Común (PPC) que obliga a los Estados miembros a acabar con la sobrepesca en 2015, cuando fuera posible, y en 2020 como muy tarde. Sin embargo, el resultado de estas negociaciones debilita el objetivo de alcanzar la pesca sostenible en la UE.

Algunas de las especies de aguas profundas sobre las cuales se han decidido sus límites de pesca para los próximos dos años están hoy aún más lejos de estar gestionadas bajo parámetros de sostenibilidad. Se trata de una mala noticia a causa a la naturaleza vulnerable de estas especies, cuyas poblaciones se colapsan rápidamente debido a su lento crecimiento y madurez tardía.
Muchas de estas especies, entre las cuales encontramos el sable negro, la brótola de fango, el granadero de roca, el reloj anaranjado, el besugo de pinta, los alfonsinos, así como varias especies de tiburones de profundidad, han sufrido una fuerte presión pesquera en las últimas décadas, hecho que ha provocado que muchas de sus poblaciones estén actualmente agotadas, al menos regionalmente. Este es el caso del pez reloj anaranjado, varias especies de tiburones de aguas profundas y varias especies de granaderos. Otras, en cambio, tienen un peor estado de conservación a escala más global y actualmente ya se encuentran clasificadas en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Un aspecto que parece no haber limitado excesivamente a los ministros de pesca de la UE a la hora de establecer sus límites de pesca para los próximos dos años.
En el caso del granadero de roca, una especie clasificada como “En Peligro de Extinción”, el consejo científico recomendaba para esta especie en el área del Golfo de Vizcaya, aguas de Portugal y Azores, unas capturas máximas de 1.289 toneladas. Sin embargo, los ministros han acabado legislando un tope de capturas de 2.281 toneladas, es decir, un 77% superior.

Para los alfonsinos, especie clasificada como “Casi Amenazada”, las recomendaciones científicas también han sido desatendidas. Mientras los científicos aconsejaban 224 toneladas en la zona del Atlántico noreste y aguas adyacentes, el Consejo de ministros ha establecido un tope de capturas de 252 toneladas, un 13% superior.

En el caso del besugo de pinta, una especie clasificada como “Casi Amenazada”, los científicos han estado recomendando desde 2014 cero capturas en la zona del Mar Céltico, Canal de la Mancha y Golfo de Vizcaya. Concretamente, la recomendación científica alertaba de que la población está muy agotada y que esta especie no se debería pescar, por lo que se recomienda un TAC 0. Sin embargo, el Consejo de ministros ha vuelto a desatender estas recomendaciones y ha acabado estableciendo unas capturas de 117 toneladas. El único aspecto medianamente positivo para esta especie, es que los Estados miembros involucrados en esta pesquería se han comprometido a establecer una serie de medidas para mitigar su captura. Entre ellas cierres temporales y espaciales en zonas con presencia de juveniles o, entre otras, aumentar la talla mínima hasta 35 cm. Restará por ver si estás medidas se implementan correctamente, y a tiempo, para evitar el colapso de la población.

Con respecto al reloj anaranjado, una especie de una gran vulnerabilidad cuyas poblaciones en Europa ya han colapsado, el Consejo de Ministros continúa sin establecer un tope de capturas y la especie continúa clasificada como “prohibida”. Sin embargo, esta prohibición, que a priori podría parecer acertada, no proporciona por si sola incentivos para mejorar la selectividad, ni evitará que se continúe capturando reloj anaranjado de forma accidental. Por el contrario, los ministros de la UE deberían haber decidido un TAC cero para esta especie y haber establecido en paralelo una serie de medidas de mitigación para reducir al máximo las capturas no deseadas sobre esta especie.

Otro de los aspectos más preocupantes que han resultado de estas negociaciones, ha sido la decisión por parte de los ministros de pesca de la UE de eliminar las cuotas de pesca para seis poblaciones (entre ellas una de sable negro, otra de granadero de roca y cuatro de brótola de fango). Al eliminar estos TAC, se va a pasar de una situación en la que las capturas que anteriormente estaban limitadas, pasarán ahora a ser ilimitadas, independientemente de cuál sea el estado de la población en un punto determinado en el tiempo. Una decisión que pone en peligro el cumplimiento de los requisitos de la PPC de acabar con la sobrepesca y recuperar las poblaciones de peces.

La eliminación de un TAC de una o varias poblaciones no objetivo, o de especies menos valoradas comercialmente, y la obligación asociada de descargar las capturas de dichas especies, no resolverá el problema de los descartes, ni reducirá el desperdicio en dichas pesquerías, ni fomentará mejoras adicionales en la selectividad, tal y como se buscaba con la introducción de la obligación de desembarque.

El próximo Consejo de ministros de pesca decisivo tendrá lugar en pocas semanas, concretamente el 20 de diciembre, momento en el que se establecerán los límites de pesca para la mayoría de las especies comerciales del Atlántico noreste. Teniendo en cuenta que solo queda un año y medio para llegar al plazo final de 2020 para cumplir el requisito establecido la PPC de poner fin a la sobrepesca para todas las poblaciones, el Consejo de diciembre también será una prueba determinante.

Recomendaciones ONG límites de pesca especies profundas 2019-2020

Póster Peces de Aguas Profundas 2018

Gráficos sobre la pesca de especias profundas, creados por ENT