Se proponen reformas concretas de los impuestos actuales para incorporar criterios ambientales y hasta 13 nuevos impuestos que incentiven o penalicen determinadas actividades, conductas y decisiones de los agentes económicos (las empresas, los gobiernos, las familias y las personas individuales) según su impacto ambiental.

La fiscalidad ecológica es un medio para incentivar cambios de  comportamiento que se consideran positivos desde el punto de vista ambiental. Al mismo tiempo, dada la situación de desigualdad creciente en el reparto de la riqueza en nuestro Estado, debe hacerse un esfuerzo suplementario para que el diseño de la fiscalidad ambiental sirva para reducir esta brecha, facilitar los comportamientos sostenibles a las clases menos favorecidas y garantizar que los agentes económicos con mayor impacto en el medio ambiente sean los principales contribuyentes a las arcas de los impuestos verdes.

El objetivo es que la fiscalidad española se acerque a las de los países de nuestro entorno (en términos de porcentaje del PIB, ocupamos el puesto 25 en el ranking de la fiscalidad ambiental de la UE-28), para poder orientar el comportamiento de los agentes económicos y contribuir a la protección del medio ambiente y a la mejora de la justicia social.

autoría

Fundació ENT

fecha

2018

cliente

Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF