Por Lydia Chaparro (Ecóloga marina de la Fundació ENT)

La próxima semana, concretamente los días 11 y 12 de diciembre, el Consejo de Ministros de Pesca de la Unión Europea decidirá los límites de pesca para 2018, conocidos como totales admisibles de capturas (TAC), para la mayor parte de las poblaciones de peces comerciales del Atlántico Nororiental y aguas adyacentes.
Esta es una decisión clave para poner fin a la sobrepesca y restaurar las poblaciones de peces a niveles saludables. Una situación que todavía estamos lejos de alcanzar, puesto que el análisis más reciente de la Comisión Europea demuestra que el 41% de las poblaciones de peces en el Atlántico Nororiental sufre sobrepesca[i].

El reglamento que regula la pesca en la Unión Europea, la Política Pesquera Común (PPC), en vigor desde enero de 2014, contiene objetivos y plazos vinculantes para poner fin a la sobrepesca. Concretamente, uno de sus principales objetivos es el de “alcanzar el rendimiento máximo sostenible (RMS), si ello es posible, en 2015, y de forma progresiva y paulatina, a más tardar en 2020 para todas las poblaciones”[ii]. En otras palabras, obliga a acabar con la sobrepesca como muy tarde en 2020.

Lamentablemente, a tan solo tres años de esta fecha límite, las decisiones realizadas hasta ahora por parte de los 28 Ministros de Pesca de la UE continúan siendo insuficientes para alcanzar los principales objetivos de la PPC. Una afirmación que ha sido corroborada en el último informe del STECF (Comité Científico, Técnico y Económico de Pesca), en el que se indica que “el progreso alcanzado hasta 2015 parece demasiado lento para garantizar que todas las poblaciones se restablezcan y mantengan por encima de los niveles capaces de producir el RMS para 2020”[iii]. Esto se debe a que durante muchos años se han establecido posibilidades de pesca por encima de las recomendaciones científicas, conduciendo a la sobrepesca y a la pérdida de potencial económico del propio sector y, de hecho, el acuerdo alcanzado el año pasado sobre las posibilidades de pesca para 2017 no fue una excepción.

El año pasado, durante las negociaciones llevadas a cabo a puerta cerrada en el Consejo de Ministros de Pesca de la UE, la Ministra Isabel García Tejerina, y sus homólogos, establecieron un 55% de los límites de pesca de la UE por encima de las recomendaciones científicas [iv]. En el caso concreto de España, de los 29 límites de pesca de mayor importancia para la flota española, un 62% se estableció por encima de las recomendaciones científicas (ver algunos ejemplos en el anexo más abajo).

Esta mala praxis llevada a cabo por el Consejo de Ministros que negocia año tras año límites de pesca superiores a los niveles sostenibles debe terminar si esta institución pretende cumplir con la ley europea. Por otro lado, cabe recordar que, aunque es responsabilidad de cada uno de los Estados miembros poner fin a la sobrepesca, España es uno de los países de la UE que ha establecido históricamente más límites de pesca por encima de las recomendaciones científicas (lugar que comparte junto con Reino Unido y Portugal entre otros, tal y como refleja un artículo científico publicado en Marine Policy [v]).

No seguir las recomendaciones científicas ha conducido a la sobrepesca y a la degradación de los ecosistemas marinos, y por consiguiente a la pérdida de potencial económico del propio sector. Mientras que, tal y como demuestran numerosos informes científicos, pescar a niveles sostenibles conllevaría mayores beneficios económicos y sociales para el sector pesquero y la ciudadanía en general. Uno de estos artículos científicos concluye además, que, “cuanto antes se reduzcan las tasas de mortalidad por pesca, mayor será la ganancia neta de las pesquerías de la UE” [vi].

Si bien es cierto que en la última década ha habido cierta mejora en el cumplimiento de las recomendaciones científicas, la tasa de cumplimiento, así como la transparencia en la toma de decisiones, todavía resultan deficientes. Motivo por el que un año más es importante recordar a los Ministros de Pesca de la UE, y en particular a la Ministra Tejerina, que deben demostrar su compromiso y acabar con la sobrepesca con el fin de materializar las ventajas positivas de unas pesquerías bien gestionadas. Por otro lado, es importante recordar la necesidad de ampliar el monitoreo, mejorar considerablemente la selectividad de las artes de pesca y poner en marcha los programas de recolección de datos necesarios de modo que las poblaciones puedan ser gestionadas de forma sostenible. Tal y como recordaban hace apenas un año más de cuatro mil personas de la comunidad científica española [vii].

Restablecer las poblaciones de peces a niveles sostenibles y alcanzar un buen estado ambiental del medio marino a más tardar en 2020 no es solamente un imperativo legal en la UE, sino que debería ser también un imperativo moral por parte de quienes toman las decisiones.

ANEXO

A continuación se muestran algunos gráficos de la Fundación ENT sobre determinadas poblaciones de interés comercial para la flota española mostrando el porcentaje de cuotas establecidas por encima de las recomendaciones científicas del ICES [viii] por parte del Consejo de Ministros de Pesca de la UE entre los años 2014 y 2018. Los gráficos en alta calidad pueden descargarse AQUÍ.

Algunos ejemplos de las decisiones tomadas el año pasado por el Consejo de Ministros de Pesca para algunas poblaciones de peces situadas en el Golfo de Vizcaya y aguas del Atlántico Ibérico, son:

–      Para la población de merluza del sur, el consejo científico establecía para 2017 una captura deseada de 6.838 toneladas, pero finalmente el Consejo de Ministros decidió un límite de captura de 9.777 toneladas (es decir, un 43% por encima del consejo científico).
–      El merlán, cuyo consejo científico recomendaba unas capturas deseadas no superiores a las 1.613 toneladas, sin embargo se legisló un límite de pesca de 2.540 toneladas (un 57% superior).
–      La solla, cuyo consejo científico recomendaba unas capturas deseadas no superiores a las 194 toneladas, sin embargo se legisló un límite de pesca de 395 toneladas (un 104% superior).
–      El lenguado común, cuyo consejo científico recomendaba unas capturas no superiores a las 502 toneladas, sin embargo se legisló un límite de pesca 1.072 toneladas (un 48% superior).

Por el lado contrario, unas pocas poblaciones están siendo gestionadas de forma sostenible y gozan de buena salud. Este es por ejemplo el caso del rape en el Mar Cantábrico y aguas del Atlántico ibérico, cuyo límite se estableció en 3.955 toneladas (un 10% por debajo del consejo científico). Un caso que debería ser la norma y no la excepción.


[i] Documento acompañando la Comunicación de la Comisión relativa a la situación de la política pesquera común y a la consulta sobre las posibilidades de pesca para 2018 (Link).
[ii] Reglamento (UE) nº 1380/2013 del Parlamento Europeo y del Consejo de 11 de diciembre de 2013 sobre la política pesquera común (Link).
[iii] STECF. 2017. Monitoring the performance of the Common Fisheries Policy (STECF-17-04). Publications Office of the European Union, Luxembourg; EUR 28359 EN; doi:10.2760/491411. Pg 12 (Link).
[iv] Poseidon Aquatic Resources Management Ltd. 2017, “Taking Stock: Progress Towards Ending Overfishing in the European Union” (Link).
[v] Carpenter, G., Kleinjans, R., Villasante, S., and O’Leary, B. C. 2016. Landing the blame: The influence of EU Member States on quota setting. Marine Policy, 64: 9–15 (Link).
[vi] Guillen, J., Santos, C. A., Carpenter, G., Carvalho, N., Casey, J., Lleonart, J., et al. 2016. Sustainability Now or Later? Estimating the Benefits of Pathways to Maximum Sustainable Yield for EU Northeast Atlantic Fisheries. Marine Policy 72: 40–47 (Link).
[vii] Más de 4.000 científicos españoles avalan un manifiesto por la pesca sostenible (Link).
[viii] Todas las recomendaciones científicas pueden consultarse online en la página web del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES/CIEM).