El próximo junio, los gobiernos de todo el mundo deben cumplir su compromiso de dejar de invertir dinero público en actividades que financian la sobrepesca y degradan el océano. Tras casi dos décadas de negociaciones en la Organización Mundial del Comercio (OMC), ha llegado el momento de que los líderes tomen medidas para poner fin a las subvenciones perjudiciales a la pesca.

Previo a la celebración de la Conferencia Ministerial de la OMC, cuya inauguración está prevista para el Día Mundial de los Océanos, 109 organizaciones de todo el planeta instan a los líderes mundiales a alcanzar un acuerdo significativo para acabar con dichas subvenciones perjudiciales antes de que sea demasiado tarde.

Pese al hecho de que un tercio de todas las poblaciones de peces se encuentran ya explotadas más allá de los niveles de sostenibilidad [i], los gobiernos siguen destinando aproximadamente 22 mil millones de dólares anuales en subvenciones que aumentan la capacidad pesquera [ii]. Aunque estas subvenciones podrían destinarse a ayudar a las comunidades costeras, la realidad es que fomentan la pesca más allá de los niveles rentables y sostenibles -tanto en aguas costeras como en alta mar-, degradando los recursos de los que estas comunidades dependen y poniendo en peligro el futuro del mismo sector al que pretenden apoyar.

En 2015, cuando los líderes mundiales adoptaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, reconocieron el daño que las subvenciones perjudiciales están causando a las poblaciones de peces y al medio marino, y hicieron un llamamiento urgente a la acción para garantizar un futuro mejor y más sostenible para todos. En la Meta 14.6 de los ODS se exige a los gobiernos que alcancen un nuevo acuerdo en la OMC con el fin de eliminar las subvenciones perjudiciales para 2020. Este plazo ha movilizado a la comunidad internacional, pero convierte a la duodécima Conferencia Ministerial de la OMC, que tendrá lugar este junio, en nuestra última y mejor oportunidad para lograr una reforma significativa.

El acuerdo internacional que se alcance debe desencadenar reducciones significativas inmediatas por parte de aquellos países que más subsidios estén otorgando. Así mismo, se debe establecer un marco vinculante que contribuya a la eliminación gradual de aquellas subvenciones que contribuyen al aumento de la capacidad de las flotas y a la sobrepesca, y que retire las subvenciones a la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada por parte de todos los gobiernos de los países miembros de la OMC.

Una vez se haya alcanzado el acuerdo, y tras una reforma de los programas de subvenciones a la pesca, todos los países -independientemente de su nivel de desarrollo-, se deberán preparar para mejorar la salud de sus pesquerías y apoyar el medio de vida de las comunidades pesqueras. De no ser así, perderían esta oportunidad única de redirigir el rumbo de las flotas pesqueras hacia la sostenibilidad, mejorar la salud de los ecosistemas marinos y contribuir a garantizar que el océano siga proporcionando un medio de vida a los millones de personas que dependen de él, ahora y en el futuro.

Un acuerdo es posible. Por ello, más de 100 organizaciones pedimos a los líderes mundiales que superen sus diferencias, y trabajen urgentemente para cumplir con el mandato de los ODS dentro del plazo de 2020. Alcanzar tal acuerdo no solo demostraría que los miembros de la OMC son capaces de cooperar para lograr un resultado de importancia global, sino también que los ODS representan el auténtico camino hacia un futuro mejor. Ahora, ha llegado el momento de actuar.


[i] FAO (2018) El estado mundial de la pesca y la acuicultura 2018 – Cumplir los objetivos de desarrollo sostenible. Roma.
Licencia: CC BY-NC-SA 3.0 IGO
[ii] Sumaila et. al (2019) Updated estimates and analysis of global fisheries subsidies, Marine Policy 109

 

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