Meritxell Bernal Montolio | ENT medio ambiente
La situación agraria actual en la Sierra de Collserola es crítica, hay muy pocas explotaciones agrarias y las que hay cultivan superficies muy reducidas. El abandono de la actividad agraria que Collserola ha experimentado desde mediados del s. XX pone en peligro la biodiversidad de la sierra, su mosaico paisajístico y aumenta el riesgo de incendios debido al incremento de la masa forestal. Entre 2009 y 2016 desaparecieron dos tipos de cultivos típicos (almendro y algarrobo). Si tenemos en cuenta que es una sierra rodeada de municipios intensamente poblados y urbanizados, su conservación toma especial importancia, ya que el número de servicios que provee este ecosistema es muy elevado. Conviven actividades económicas como la agricultura o la ganadería, con actividades lúdicas y deportivas como el senderismo, la bicicleta, la caza, la recolección de productos naturales (setas, espárragos, plantas aromáticas …). En definitiva, Collserola es un espacio natural que sufre una fuerte presión demográfica.
En medio de esta sierra, cerca del pantano de Vallvidrera, estaba la masía de Can Pujades construida en 1709. En 2008, por orden del distrito, y en contra de la voluntad de los vecinos y vecinas del barrio, la masía fue derribada con la justificación de que «no tenía ningún valor arquitectónico y su estado era ruinoso». Can Pujades pero tenía un gran valor sentimental para los habitantes de Vallvidrera que se sintieron ignorados y traicionados por el distrito ya que habían hecho varias propuestas para reutilizar el edificio. El derribo de Can Pujades resultó ser la chispa para el inicio de un movimiento de lucha vecinal a favor de la preservación del patrimonio natural y cultural de Collserola que aún perdura hoy en día. De aquella movilización, salió la actual cooperativa de consumo de Can Pujades (2010), una iniciativa para transformar, principalmente a través del consumo responsable de productos alimenticios, cuestiones de orden social, laboral, económico, ecológico y de salud que afectan directamente a la vida y el entorno de los habitantes de Collserola. Actualmente, Can Pujades es uno de los principales actores del proyecto «Alimentem Collserola» promovido por la asociación Arran de terra y subvencionado por el Consorcio del Parque Natural de la Sierra de Collserola de cuyo se ha publicado recientemente el Plan de acción1, en el que Can Pujades ha participado en el diseño y es responsable de algunas acciones. El proyecto «Alimentem Collserola» tiene el objetivo de promover una transición agroecológica en la sierra.
La transición agroecológica en Collserola comportará varios beneficios económicos, ecológicos y sociales. El aumento de la actividad agrícola y ganadera incentivará la economía local, se fomentarán circuitos cortos de comercialización, se promoverá la conservación de la biodiversidad, la recuperación de las variedades locales y de razas autóctonas, la heterogeneidad del paisaje disminuyendo el riesgo de incendios, la recuperación de tierras en desuso y la incorporación de nuevo campesinado. La transición agroecológica resultará en un apoderamiento local que facilitará el acceso de los habitantes a una alimentación saludable y sostenible. Comportará que la población de los municipios cercanos pueda abastecerse de alimentos de proximidad producidos de forma sostenible y comercializados por pequeños negocios locales en detrimento del consumo de alimentos procesados provenientes de la agricultura industrial globalizada que venden las grandes superficies y que va en detrimento de la diversidad de alimentos, de su calidad y del reparto de la riqueza. Aparte de incentivar la transición agroecológica, Can Pujades promueve acciones enfocadas a otros ámbitos como, por ejemplo, la gestión de residuos. En esta línea, está diseñando una planta de compostaje de la fracción vegetal que pretende facilitar la recogida de los restos vegetales y su proceso de compostaje para obtener un producto de calidad útil para el campesinado del parque, los huertos de autoconsumo y los propios vecinos y vecinas del barrio. La planta se situaría cerca de los huertos comunitarios y facilitaría la gestión de los residuos vegetales cerrando el ciclo de la materia, transformando el residuo en un recurso útil en el mismo lugar donde se produce.
Además, la existencia de Can Pujades, así como de otras iniciativas similares, tiene múltiples beneficios para la sociedad y sus individuos. Genera cohesión social, favoreciendo la comunicación y la cooperación, tiene un importante poder educativo respecto a la naturaleza y el medio ambiente, y contribuye a una economía más justa favoreciendo la sostenibilidad ambiental y la autonomía de pequeños productores. Al fin y al cabo, en mi opinión, resultará en un aumento de la capacidad de resiliencia del ecosistema, ya que una sociedad cooperativa y autosuficiente con un uso sostenible de los recursos naturales tiene más capacidad de hacer frente a las crisis mundiales existentes.
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1 Plan de acción para promover la Transición Agroecológica en Collserola en el período 2018-2020. En el marco del proyecto: Alimentem Collserola. Redacción: Associació Arran de Terra. Herramientas para la dinamización local agroecológica. Promoción: Parc de Collserola, Junio 2018.