Se publica por primera vez el «Anuario de contaminación de Barcelona 2019». Se trata de una iniciativa pionera de información independiente en la ciudad de Barcelona realizada por «Contaminació Barcelona» que cuenta con el apoyo de la Fundació ENT. La iniciativa tiene la voluntad de facilitar información de calidad y actualizada de la situación de la contaminación en la ciudad, señalando la tendencia de los principales contaminantes y los principales hitos del año.
Con más de 30 gráficos del anuario revisa tanto los niveles de contaminación como las principales fuentes contaminantes y avanza los principales hitos esperables para el año 2020. El anuario destaca :
- La contaminación de NO2 registró por segundo año consecutivo el mínimo histórico desde que está en funcionamiento la Red de Vigilancia y Previsión de la Contaminación Atmosférica. En comparación con el año pasado ha bajado un 7% en las estaciones de tráfico y un 4,8% en las estaciones de fondo. En comparación con los niveles medios de los cuatro años anteriores el descenso ha sido de un 11,8% y un 11,5% respectivamente. Pero los niveles anuales registrados en las estaciones de tráfico (46,5 g / m3) aún superan los máximos legales y las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (40 g / m3).
- La contaminación por partículas PM10 continúa estabilizada. Los niveles anuales registrados han decrecido ligeramente en las estaciones de tráfico (25,8 g / m3 frente a los 26,3 g / m3 del año pasado) y han aumentado en las estaciones de fondo (25,0 g / m3 frente a los 23,3 g / m3 del año 2018). En ambos casos continúan por encima de los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud, pero por debajo de las obligaciones establecidas por la legislación.
- Más del 50% de la población vive en zonas donde los umbrales de ruido superan las recomendaciones de la OMS y más del 30% en zonas donde se superan los niveles máximos fijados en la ordenanza del medio ambiente de Barcelona.
- Por primera vez un artículo científico calcula hasta qué punto el consumo en Barcelona contribuye al cambio climático. Las emisiones de gases de efecto invernadero de los productos consumidos en la ciudad, en la fase de producción y transporte, más que duplican las emisiones generadas en la misma ciudad.
- Se ha publicado una estimación de la contribución del turismo en Barcelona al cambio climático. Un 95,6% de la huella de carbono del turismo está asociada a la llegada y salida de los turistas, y de esta casi la totalidad se debe al turismo que llega o marcha en avión.
- La transparencia en la información a disposición del público de la contribución de las fuentes emisoras y de los informes de contaminación realizados por la administración continúa lejos de los estándares posibles y deseables.