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La Fundació ENT junto con otras organizaciones ecologistas del estado se ha sumado a sus homólogas portuguesas para pedir respeto hacia las recomendaciones científicas de cierre de la pesquería y solicitar la aprobación de un plan de recuperación de la sardina ibérica.

El pasado 13 de julio el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, en inglés) publicó su recomendación científica sobre la pesca de la sardina ibérica para 2019, en la cual recomienda la captura cero para el próximo año debido al estado crítico de la población.

Ante las evidencias científicas que confirman la alarmante situación que vive la sardina ibérica, con niveles poblacionales en mínimos históricos desde 2012, las organizaciones Ecologistas en Acción, Fundació ENT, Greenpeace, Oceana y WWF España, se han sumado a la propuesta de las organizaciones conservacionistas portuguesas [1] y han hecho público un posicionamiento común en el que plantean cinco puntos:

  1. El ICES, la principal institución científica que asesora a la UE en materia de pesca, y las instituciones que contribuyen a sus trabajos merecen la total confianza. Se considera esencial que se favorezcan las mejores condiciones posibles para desarrollar su trabajo.
  2. El mantenimiento de la recomendación de la captura cero se debe a un hecho simple: a pesar del aumento de biomasa registrado en las campañas científicas más recientes, el stock continúa en niveles peligrosamente inferiores a los que garantizan su viabilidad desde el punto de vista biológico y desde una explotación sostenible del recurso.
  3. En este momento, la pesca de la sardina ibérica no tiene un plan de gestión o recuperación en vigor avalado por el ICES como precautorio. Lo que existe es un acuerdo entre los gobiernos de los dos países sobre un plan de recuperación que ha recibido críticas de diferentes organizaciones, principalmente por la escasa relevancia que se otorga al control de las capturas a lo largo de varios años y a la protección de los juveniles.
  4. La adopción de un plan de gestión avalado por ICES que asegure una rápida recuperación de la población de sardina sería la única alternativa posible al cierre de la pesquería. Este plan debería incluir niveles de capturas muy precautorios (si son posibles de identificar), debido al estado crítico de la población, junto con medidas de conservación y control.
  5. Las organizaciones firmantes instan a los gobiernos de España y Portugal, así como a la Comisión Europea, a que lo antes posible sometan a la evaluación del ICES un plan de recuperación. Dicho plan debe disponer de elementos y medidas suficientemente consolidadas para adecuarse a los criterios establecidos por el ICES y los objetivos de gestión de la política pesquera común.

 


[1] PONG-Pesca, Sciaena, OMA, APECE, SPEA, Geota, LPN, ANP/WWF y Quercus.