Miquel Ortega Cerdà (ENT)
En más de 4.000 lugares del planeta ya han desarrollado, mayoritariamente en el ámbito municipal, monedas locales propias (a veces virtuales, a veces físicas o mixtas) para promover que comerciantes, industriales y entidades de servicios de la ciudad las usen como moneda de intercambio. La ventaja es obvia, el dinero se vuelven a utilizar una y otra vez dentro de las ciudades y pueblos, mucho más que antes, y así, de tienda en tienda, el dinero recircula y se dificulta su escape de la ciudad.
En Cataluña tenemos algunas experiencias de ámbito reducido impulsadas desde la sociedad civil (unas 20), en Vilanova tenemos una de las más veteranas, la Turuta, pero en nuestro entorno europeo hay fantásticos ejemplos de cómo estas iniciativas pueden tener un gran peso a la economía local con el apoyo de la administración pública. En Bristol tienen la Bristol Pound, en Tolosa de Languedoc la Sol-Violette, en Nantes la SoNantes, en Cerdeña la Sardex, en la región alemana de Baviera el Chiemgauer, entre otros. El ejemplo más destacado es el WIR, la moneda complementaria suiza que lleba más de 80 años funcionando con éxito y que ayuda a sacar adelante a 60.000 empresas, con un volumen de facturación equivalente de 3 mil millones de euros.
Quizás ha llegado la hora de que los ayuntamientos catalanes se impliquen a fondo en estas propuestas como medida de promoción de la economía local. Mecanismos no faltan: facilitar que una parte de las subvenciones del ayuntamiento se entreguen en moneda local, hacer que parte de las retribuciones de los empleados públicos se puedan cobrar voluntariamente en moneda local (como por ejemplo hace el alcalde de Bristol, que cobra su sueldo en Bristol pounds), hacer que una parte de los créditos y microcréditos a empresas facilitados desde el ayuntamiento se puedan suministrar en moneda local, priorizar que las empresas proveedoras de los ayuntamientos quieran cobrar parte o todas sus ventas en moneda local, promover activamente la moneda para facilitar que los comercios lo adopten, entre otras, son algunas posibilidades realistas.