- El Consejo de Ministros de Pesca de la Unión Europea ha decidido los límites de pesca (TAC) en aguas del Atlántico Noreste y Mar del Norte para 2019.
- El acuerdo final es decepcionante e insuficiente, ya que sólo queda un año para que se alcance el límite legal para poner fin a la sobrepesca en la UE.
- Algunas poblaciones de peces de interés pesquero para la flota española, como el merlán, la solla, el abadejo o el lenguado, constan entre las especies sobre las que se ha establecido límites de pesca que sobrepasan con creces los niveles recomendados por el consejo científico.
La madrugada del 19 de diciembre ha finalizado en Bruselas el Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca de la Unión Europea en el que se ha decidido los límites de pesca para 2019, conocidos como Totales Admisibles de Captura (TAC), para la mayor parte de las poblaciones de peces comerciales del Atlántico Noreste y Mar del Norte.
Como cada año, la Fundación ENT ha seguido tan cerca como ha podido estas negociaciones con el fin de conocer de primera mano el compromiso del Gobierno con respecto el respeto del consejo científico a la hora de establecer los límites de pesca.
El aspecto más positivo de las negociaciones de este año ha sido la posibilidad de intercambiar opiniones en una reunión organizada en Bruselas por la Secretaria General de Pesca, la Sra. Alicia Villauriz, y el propio Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, el Sr. Luis Planas. Ahora bien, en cuanto el acuerdo final de las negociaciones del Consejo de Ministros de Pesca de los 28 Estados miembros de la UE, en cambio, el resultado no ha sido ni mucho menos el deseado.
Para alcanzar una pesca sostenible (y por tanto unas poblaciones en buen estado de salud) es esencial que los Ministros de Pesca de la UE basen sus negociaciones en las recomendaciones del organismo científico de referencia, en esta caso el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES/CIEM). Seguir este consejo científico supone, asimismo, avanzar en el cumplimiento de la Política Pesquera Comunitaria (PPC) que, entre sus principales objetivos destaca el de lograr la pesca sostenible para todas las poblaciones a más tardar en el año 2020. Sin embargo, a fecha de hoy, la consecución de este objetivo está aún lejos de alcanzarse.
Aunque en los últimos años se han establecido determinadas medidas a largo plazo que han permitido la recuperación de algunas poblaciones de peces -un hecho que ha contribuido a mejorar la rentabilidad de determinados segmentos de la flota europea-, a fecha de hoy, muchas poblaciones de peces en aguas europeas siguen sin estar gestionadas de manera responsable.
Algunas de las poblaciones de especies de interés pesquero para la flota española que están gestionadas a niveles sostenibles en el mar Cantábrico y aguas ibéricas atlánticas son, por ejemplo, los rapes y los gallos. Sin embargo, en esta misma zona otras poblaciones como el lenguado, el abadejo y el merlán se han vuelto a establecer este año por encima de las recomendaciones científicas. Concretamente se han establecido un 114%, 76% y 57%, respectivamente, por encima del consejo científico de precaución. Con respecto a la caballa, especie que se encuentra sobreexplotada en la zona del Atlántico noreste, se ha establecido un TAC un 11% por encima de los límites sostenibles recomendados científicamente. Aunque este límite de pesca no se ha decidido durante las negociaciones del Consejo de Ministros en Bruselas, sino que son fruto de un acuerdo previo entre la Unión Europea, Noruega y las Islas Feroe.
Aunque la Fundación ENT aún no podremos hacer un análisis en profundidad del acuerdo alcanzado hasta dentro de unas semanas (cuando hayamos obtenido todos los documentos necesarios para analizar en detalle la metodología utilizada y otros aspectos), con la información actual podemos confirmar que muchos de los límites de pesca acordados han vuelto a sobrepasar las recomendaciones científicas. El año pasado, un 44% de los TAC acordados por el Consejo de Ministros de Pesca se establecieron por encima de las recomendaciones científicas. Este año, el análisis preliminar nos indica que esta cifra sólo ha bajado un punto. Es decir, nuestras estimaciones indican que un 43% de los TAC acordados para 2019 sobrepasan las recomendaciones científicas, lo que retrasa, como mínimo, un año más la consecución de la pesca sostenible.
Con la fecha límite de 2020 a la vuelta de la esquina, los acuerdos alcanzados en este Consejo de Pesca de la UE parecen una mala noticia para el medio ambiente, pero también para el conjunto de la sociedad. Pues retrasar la correcta gestión de la naturaleza y de los recursos públicos no es una opción deseable. El propio informe de 2018 del Comité Científico, Técnico y Económico de la Pesca (STECF) revela que la sobrepesca sigue siendo muy elevada, pues un 41% de las poblaciones en el Atlántico noreste están sobreexplotadas. Este mismo informe indica además que el progreso realizado en los últimos años para alcanzar la pesca sostenible ha sido demasiado lento.
Obligación de desembarque
Otro de los temas que ha tenido un especial protagonismo durante este Consejo de Ministros de Pesca ha sido la obligación de desembarque. A partir del 1 de enero de 2019 entrará en vigor la cobertura completa de la obligación de desembarcar las especies no deseadas, conocida también como la prohibición de los descartes.
La normativa de la PPC define claramente que «los Estados miembros deben eliminar gradualmente los descartes evitando y reduciendo, en la medida de lo posible, las capturas no deseadas y asegurando gradualmente que todas las capturas sean contabilizadas y desembarcadas». Sin embargo, en los últimos cinco años -desde que la normativa de la PPC entró en vigor a principios de 2013-, los Estados miembros no han hecho suficientes esfuerzos para mejorar la selectividad y establecer, entre otras, medidas espacio-temporales para evitar y reducir las capturas no deseadas en primer lugar. Aspectos que también son esenciales en la consecución de una pesca responsable y sostenible.
Para hacer frente a esta normativa el Gobierno español ha negociado durante este Consejo el establecimiento de un mecanismo de «bolsa de cuotas», con el objetivo de evitar que la flota pesquera se vea obligada a parar su actividad si no dispone de suficiente cuota para una determinada especie o población (una situación conocida como “especies de estrangulamiento”). Este nuevo mecanismo ha sido finalmente aprobado en este Consejo de Ministros conjuntamente con otra medida, la posibilidad de realizar intercambios con otros países entre zonas y poblaciones. Intercambios que a partir de ahora también se negociarán anualmente.
Estas últimas medidas podrían ser una opción viable para el mantenimiento de la flota pesquera bajo la obligación de desembarque. Ahora bien, para que esto sea viable, este modelo de gestión pesquera debe ir acompañado necesariamente de métodos fiables y sólidos de documentación completa de las capturas realizadas y un seguimiento científico exhaustivo. Condicionalidades que deben estar ligadas, a su vez, al establecimiento de límites de pesca que no excedan las recomendaciones científicas y a la necesaria transición hacia métodos de pesca selectivos y con nulo o poco impacto sobre el medio marino.
Quedará por ver si las medidas que se establecerán próximamente promueven realmente este objetivo, o bien si se añaden nuevas flexibilidades y excepciones a la norma, un hecho que nos alejaría aún más del principal objetivo de PPC, que es el de lograr una pesca sostenible a más tardar en el 2020.
Fotografía: (c) Corey Arnold