Según un nuevo informe publicado por Sea at Risk y BirdLife Europe (en el que la Fundació ENT ha tenido la oportunidad de colaborar), los fondos de la Unión Europea (UE) destinados a combatir la sobrepesca están haciendo exactamente lo contrario: impulsando el exceso de capacidad y la sobrepesca de la flota.
Aunque el «cese temporal» de la pesca, es decir, las vedas temporales financiadas por la UE están destinadas en principio a ser una medida de conservación para ayudar a recuperar las poblaciones de peces, el informe revela su ineficiencia en reducir la capacidad pesquera y apoyar los esfuerzos de conservación marina. Más concretamente, el informe ilustra cómo se está utilizando esta medida para mantener tanto la capacidad de la flota como la sobrepesca.
De hecho, la sobrepesca sigue afectando numerosas poblaciones de peces (algunas de las cuales están siendo explotadas más allá de los límites ecológicos de seguridad). Según el informe de 2019 del Comité Científico, Técnico y Económico de Pesca de la UE (STECF) [1], más del 40% de las poblaciones de peces en el Atlántico nororiental y cerca del 80% en el Mediterráneo están sobreexplotadas. Un hecho que no solo afecta la biodiversidad y la salud de los ecosistemas marinos, sino también la productividad y rentabilidad económica de las flotas afectadas.
Las negociaciones sobre los próximos siete años del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP) han entrado en su etapa final. Una etapa en la que se tomarán decisiones clave, entre las cuales, el mantenimiento o la reintroducción en el futuro paquete financiero del FEMP de determinados subsidios que podrían ser perjudiciales para el medio ambiente y la recuperación de los océanos.
Por ello, eliminar las subvenciones a la pesca nocivas para el medio ambiente de la legislación de la UE es un paso esencial para lograr mares y océanos saludables para 2030, tal y como han solicitado más de 100 ONG a través del Manifiesto Azul [2]. Por otro lado, la reciente evaluación global de la ONU sobre el estado de la biodiversidad señala a los subsidios pesqueros dañinos como uno de los principales impulsores del colapso ecológico de la biodiversidad marina y de la mala gestión de la pesca [3]. Pero además de todo lo anterior, la comunidad científica internacional también está haciendo sonar la alarma sobre la necesidad de prohibir los subsidios pesqueros perjudiciales para el medio marino [4]. De no ser así, se estaría incumpliendo además con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, concretamente la meta 14.6 que, entre otros, indica la prohibición de aquí a 2020 de ciertas formas de subvenciones a la pesca que contribuyen a la sobrecapacidad y pesca excesiva [5].
Descargar el informe: Ending “Temporary Cessation” for Good – How an EU Subsidy is Driving Overfishing