- La Fundació ENT publica la primera evaluación del impacto del coronavirus en la flota pesquera mediterránea española
- La flota pesquera mediterránea española se ha visto severamente golpeada. En el peor momento, durante las primeras semanas, entre el 30% y el 80% de las embarcaciones dejaron de pescar. Las ventas en muchas lonjas bajaron un 50%
- Las últimas dos semanas la situación ha mejorado, pero aún hay puertos prácticamente parados y es usual encontrar puertos al 70% de su capacidad
- La recuperación de la pesca en el Mediterráneo a medio plazo está ligada a la recuperación del consumo en restaurantes, hoteles y cáterings. Pero el futuro es incierto ya que está en parte vinculado al turismo
La Fundación ENT publica el informe “La reacción del sector pesquero mediterráneo español y de su mercado a la crisis del coronavirus”, una evaluación actualizada del impacto del coronavirus en la flota pesquera mediterránea.
Las principales conclusiones son las siguientes:
La flota pesquera española se ha visto severamente golpeada por la crisis del coronavirus, con un decrecimiento importante de la actividad pesquera en tota la costa del Mediterráneo español.
Dos elementos clave determinan la evolución en el sector.
Por un lado, en una flota donde la longitud media de las embarcaciones es inferior a 12 metros de eslora, existen dificultades técnicas importantes para asegurar las condiciones de seguridad necesarias.
Por otra parte, también es relevante la estructura de comercialización. Casi la totalidad de las capturas del Mediterráneo Español se venden como pescado fresco. Uno de los canales de venta más importantes es el canal HORECA (hoteles, restaurantes y catering). En el territorio español, el 23% del pescado fresco se vende a través de este canal, pero en el área mediterránea el valor de las ventas a través de este canal es incluso mayor; pudiendo llegar a ser el 70% para algunos puertos y especies en las zonas más turísticas. Este canal ha dejado de funcionar desde el 15 de marzo. El consumo de pescado fresco en los hogares se ha mantenido a niveles similares a los del año anterior, por tanto, no se ha compensado la pérdida producida en el canal HORECA.
Como consecuencia de la bajada en la demanda, durante la primera semana de la crisis (15-22 de marzo) la oferta claramente superó a la demanda. En algunos casos extremos, durante los primeros días incluso se llegaron a perder las ventas, ya que los canales de distribución fueron incapaces de absorber el volumen de pescado capturado. Los pescadores y pescadoras –que tenían además dificultades para asegurar las condiciones de seguridad en los lugares de trabajo- rápidamente reaccionaron disminuyendo su actividad. Durante las primeras semanas de la crisis los volúmenes totales de pescado capturado y comercializado en la costa española mediterránea bajaron significativamente; por ejemplo, en las lonjas valencianas el volumen de ventas disminuyó aproximadamente un 50% respecto de las ventas habituales en el mismo periodo de 2019. Lo mismo sucedió en las lonjas de Mallorca, Ibiza y Formentera durante la primera quincena. Por su parte, durante la segunda semana de la crisis, el volumen de pescado comercializado en Mercabarna – el principal mercado Mayorista de pescado proveniente de Cataluña –disminuyó un 66% respecto a los niveles de venta pre-crisis.
A lo largo de las semanas siguientes, en especial durante la última semana, ha tenido lugar una recuperación parcial, pero aún se mantienen volúmenes de comercialización inferiores a los previos de la crisis. Por ejemplo, la semana pasada (13-17 de abril), incluso habiéndose producido una recuperación de las ratios €/kg en la mayoría de especies, el volumen de pescado comercializado en Mercabarna de origen catalán era aún un 36% inferior a la semana anterior al inicio de la crisis.
El ajuste en la actividad de la flota pesquera comenzó inmediatamente después de la entrada en vigor del decreto de alarma y se consolidó durante la segunda semana. Su impacto ha sido desigual en función de la zona y el segmento de flota. De media, entre el 30 y el 80% de las embarcaciones, dependiendo de la zona, cesaron su actividad en los peores momentos.
Con la recuperación de los precios – y la solución parcial de algunos problemas técnicos -, la actividad pesquera se ha recuperado en las últimas dos semanas, pero aún es usual encontrar reducciones para algunas artes cercanas al 50% en algunos segmentos de la flota.
Aunque se solucionen los problemas de seguridad a bordo, probablemente la recuperación total de la actividad de la flota pesquera mediterránea no se dará a corto plazo hasta que la HORECA se reabra. Así mismo, la futura demanda de este canal es incierta, ya que está muy vinculada al turismo y todavía existen muchas dudas sobre la evolución de este sector.