La estrategia de la Unión Europea en materia de energía es una de las 10 prioridades clave de la actual Comisión Europea y su objetivo es proporcionar una «energía segura, sostenible, competitiva y asequible».
Con el fin de comprender la situación de cada Estado miembro en relación con las cinco dimensiones de la Energy Union, la Comisión Europea publicó las denominadas Country factsheets (fichas de países). Estas fichas utilizan un conjunto de indicadores comparables para garantizar la consistencia y coherencia entre los 28 Estados miembros.
Liderado por Green Budget Europe, CEE Bankwatch y EEB, la Fundació ENT ha llevado a cabo una evaluación de las fichas de España y Portugal, y propuestas para incidir en la Energy Union.
Sobre la base de este análisis, hemos elaborado recomendaciones que harán que la Energy Union sea coherente con una trayectoria hacia una sociedad sostenible y con bajas emisiones de carbono, estimulando la seguridad y la innovación de los inversores y creando nuevos puestos de trabajo.
El documento general concluye que las hojas de datos del país necesitan mejoras sustanciales y más consultas a las partes interesadas para proporcionar información de alta calidad. Deben funcionar como un mecanismo de alerta temprana y así complementar los Planes Nacionales de Energía y Clima (NECPs). Deben ayudar a la Comisión Europea y a los Estados miembros a identificar y prevenir posibles deficiencias en las políticas relacionadas con el clima y la energía desde el principio y corregir las que ya existen.
Debido a que el cambio climático y la transición baja en carbono están entre los mayores riesgos para la estabilidad económica, recomendamos un fuerte vínculo con el European Semester. Este enfoque de «economía global» podría generar confianza entre los inversores, el público e internacionalmente en el compromiso de la UE de llevar a cabo la transición baja en carbono después de París.
Reforma Fiscal Ambiental: Aprovechemos la oportunidad
Aunque la Unión energética cubrirá los precios de la energía, especialmente los precios al consumidor, los impuestos ambientales, el cambio impositivo y los subsidios a los combustibles fósiles están completamente ausentes. La Reforma Fiscal Ambiental se entiende comúnmente como un paquete de medidas que combinan un aumento de los impuestos sobre la energía o los recursos naturales, la eliminación de subsidios perjudiciales para el medio ambiente y el gasto público dirigido hacia la sostenibilidad ambiental con un componente de redistribución de ingresos para proteger y/o mejorar la equidad social. Además, las Reformas Fiscales Ambientales nacionales (EFR) deberían acelerarse a través del European Semester; i los planes nacionales de gasto público y de inversión de los Estados miembros deben ser contrastados con su desarrollo sostenible. Un win-win también para la Energy Union.