El Instituto de Estadística de Cataluña (IDESCAT) actualiza la Cuenta de flujos de materiales (CFM) añadiendo el año 2016, con el apoyo técnico de ENT.
Esta estadística da información sobre la sostenibilidad del modelo económico catalán y determina la intensidad del consumo de materiales procedentes del medio natural o de otras economías en los procesos productivos. El cálculo se realiza adaptando al ámbito de Cataluña la metodología armonizada, definida por la oficina estadística de la Unión Europea (Eurostat).
Esta metodología produce un conjunto de indicadores que facilitan una visión general de la dimensión física de la economía y su evolución, a partir de la contabilidad de los materiales que entran y salen del sistema económico.
De acuerdo con las cuentas elaboradas, la economía catalana consumió 49,2 millones de toneladas de materiales en 2016, una cifra similar a la de 2015 si bien la estructura del consumo cambió ligeramente con un aumento de la extracción doméstica, y una disminución de importaciones internacionales netas y las exportaciones netas al resto del Estado.
La dependencia material exterior de Cataluña siguió en valores próximos al 70% y es particularmente acusada en el caso de los combustibles fósiles y total en el caso de los metales, material para el cual no hay extracción en Cataluña.
El consumo material por habitante en 2016 fue de 6,58 t/cap, ligeramente inferior al valor de 2015 (6.61 t/cap), por debajo de la media española y europea, mientras que la productividad material en paridad de precios de compra fue de 5,03 €/kg, valor muy superior a los de los estados de la UE, que para el mismo año marcaban un máximo de 3,9 €/kg, en Suiza.